La Nevada (El Invierno)
Autor: Goya - 1786
Medidas: Oleo sobre lienzo - 275 x 293 cm.
Museo Del Prado - Madrid
Recién nombrado Goya como pintor del rey, recibe el encargo por parte de éste de realizar varios cartones para unos tapices destinados a decorar el comedor de los Príncipes de Asturias en el palacio del Pardo, lugar que nunca llegaron a ocupar porque a la pronta muerte de Carlos III, el palacio fue abandonado por su hijo. A Goya no gustaba mucho de este tipo de encargo y así se expresó en una carta a uno de sus mejores amigos al referirse a ellos: “haciendo borrones para una pieza donde come el príncipe”.
La Nevada forma parte de la serie de Las Cuatro Estaciones: La Vendimia (El Otoño) y La Era (El Verano). Ya vistas en esta página. La que nos ocupamos hoy, coincide con una gran nevada acaecida en Madrid el invierno de 1786, año en que fue pintado el cuadro. Sobre esta existe un boceto previo de treinta centímetros de este cartón que en realidad es un óleo de gran formato, tamaño no habitual en una pintura de género, que es como en realidad la tenemos que valorar.
Este cartón, igual que sus compañeros, sufrió deterioros a lo largo del tiempo por el trato recibido en el doblaje de los artesanos al manipularlos para trabajar con ellos, en el almacenamiento, en antiguas restauraciones y por la oxidación de los barnices que le confería un tono amarillento que había hecho desaparecer los grandes copos de nieve y oscureciendo otros elementos. La última restauración palió en gran medida estos deterioros.
La escena tiene lugar en un paisaje montañoso durante una gran nevada. Es el encuentro de dos clases sociales diferentes, representadas con gran realismo, igual que la crudeza del invierno.
En el primer grupo observamos a tres hombres ataviados humildemente, dos de los cuales por su indumentaria, cubiertos con mantas, quizás zamoranas, parecen castellanos, mientras que el tercero, el de la izquierda, viste el traje valenciano distinguible por el pantalón corto. Van ateridos acompañados por un perro que con el rabo entre las patas recela de los recién llegados.
Los otros dos hombres, mejor vestidos y abrigados. Uno cruza los brazos y sujeta una escopeta, mientras el otro tira del ramal de una mula que carga con un cerdo abierto en canal. Estos dos hombres parecen ser criados de casa pudiente y protegen al animal de posibles robos.
El paisaje representa un escenario de invierno en toda su crudeza. El frío se percibe, se siente en la ventisca que dificulta el caminar de los hombres y que dobla los árboles azotando sus ramas desnudas. No obstante, lo más hermoso y logrado son las pisadas de los hombres y del perro hundiéndose en la nieve y los copos que se acumulan en las ropas y en el sombrero de uno de ellos.
En cuanto a la técnica, el pintor a través de infinitos matices de grises y blancos, nos va a hacer sentir el frío invernal. Con toques también blancos da profundidad en algunas zonas de la obra. Así como con un rojo apenas perceptible, pero presente en el fondo del perro, le servirá para dar movimiento. Sin olvidar el azul central del fondo que pone el punto de partida.
La Nevada es uno de los cartones más hermosos que ha pintado Goya, ya que nos hace sentir el frío, el derretirse de la nieve al pisarla o incluso el temor del perro.