La Resurrección de Cristo en el cartel de la Semana Santa de Sevilla (2024)

En este momento en que ha tenido lugar una sobredimensionada polémica sobre el cartel sevillano y sin ningún interés por mi parte en entrar en semejante debate, ya que este tipo de encargos suele resultar bastante pastiche, que normalmente el autor justifica con:” me he inspirado en…”, aunque la realidad suele ser, no “me he inspirado…” si no” he copiado…” que no es lo mismo. (inspirar se inspira el artista y el artesano, copia o imita).

Además, también debemos de tener en cuenta que estas obras son muy efímeras ¿quien se acuerda del cartel sevillano de 2023?. Por lo tanto, el morir de éxito del autor y del modelo, los comentarios en uno y en otro sentido, los memes, los aplausos o los chistes se reducen a ” pasó el día, pasó la romería” y a pensar en el cartel de 2025, que solo Dios sabe, nunca mejor dicho, que nos va a deparar.

Por todo esto, yo recomiendo deleitarse con con algo más imperecedero como la Resurrección de Cristo, de Piero della Francesca, la Resurrección de Cristo de Bramantino o el Cachorro de Ruíz Gijón.

La Resurrección de Cristo (1465)
Piero della Francesca (225 x 200 cm)

Se trata de un fresco que realiza el pintor para su ciudad natal de Sansepolcro (Arezzo, Italia). Della Francesca es una de las figuras más interesantes de la pintura del Quattrocento italiano, por lo tanto pionero de la pintura renacentista.

Enamorado de la luz y preocupado por la perspectiva, sobre la que escribió un tratado, además de otros sobre las artes y las matemáticas (“Del Ábaco”, sobre cálculo). Su conocimiento y estudios de las matemáticas son claves para sus aplicaciones de la perspectiva, en su pintura, al igual que el gusto por la forma geométricas.

Observando sus obras, es evidente que le atraen más las soluciones intelectuales que el compromiso naturalista por el que habían apostado otros de sus contemporánea.

La resurrección de Cristo es una de sus mejores obras, desde el punto de vista formal está muy bien construida, en ella se aprecia el carácter intelectual del artista. este se manifiesta en el gusto, por lo monumental y lo geométrico. Ambos patentes en el tratamiento de los cuerpos.

Existe también una relación perfecta entre los personajes y el entorno en el que destaca, desde el punto de vista religioso, la potente figura de Cristo, que se alza en majestad, mirando de frente con la bandera de de la resurrección.

Desde el punto de vista técnico, la potente figura del resucitado se convierte en el eje axial de la construcción piramidal que forma el grupo de personajes, en donde la base son los soldados dormidos y la cúspide la cabeza de Cristo.

Otro aspecto importante de este tipo de obras es el mensaje simbólico que suelen transmitir y que en ocasiones son más de uno. En esta ocasión nos quedaremos con el más evidente y en el que una vez más, la imagen de Cristo vuelve a hacer de eje para dividir el paisaje en dos zonas, en ellas, los protagonistas son el árbol seco y el árbol verde.

El árbol seco, tiene un significado simbólico negativo, porque se refiere al árbol del Paraíso, al árbol de la Ciencia que quedó marchito tras el pecado original, por lo tanto, también significa muerte y pecado, esto antes de la Resurrección. Al otro lado está el árbol frondoso, vivo, esto significa que vuelve a reverdecer después del nacimiento y la Resurrección de Cristo.

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