Turismo. No puede ser...
Esto no puede continuar así con el todo vale cuando se trata del turismo. En primer lugar, cómo se entiende que un país, considerado en teoría una potencia económica europea, tenga el turismo como su principal fuente de recursos y que no solo da la situación por normal, sino que se vanagloria de ello. Es evidente que con estas expectativas y conformismo nunca vamos a estar preparados para competir en otros sectores más propios de una gran potencia.
Admitiendo lo arriesgado de esta situación, nos queda aún la oportunidad de intentar reconducirla y si nuestros políticos no tienen tiempo para tomar medidas que la reconviertan porque están “a otra cosa”, hagamos nosotros un stop, reflexionemos, exijamos medidas inmediatas y también a medio y largo plazo que controlen la gallina de los huevos de oro que tanto beneficia, a día de hoy, a una minoría y que tanto sufre una mayoría.
La propia hostelería debía de reaccionar en lugar de dejarse arrastrar por esta situación, que no se puede sostener por mucho más tiempo. La industria seria debía percatarse que están viviendo una bonanza más de “especuladores” que no piensan en el futuro ni en perdurar, sino que se mueven de un lugar a otro con la masa buscando lo que eufemísticamente llamamos “oportunidad de negocio”, que en esta ocasión lo genera la masificación sobre todo estival.
El mueble español en la ebanistería ourensana
Publicado en Faro de Vigo (Ed. Ourense) 13 de agosto de 2023
El mueble español del Renacimiento, el genuino del siglo XVI, decorado con motivos tomados de los grutescos -seres fantásticos, bustos de guerreros y temas vegetales que se enredan sin perder la simetría- se inspira en formas italianas, las cuales se habían extendido por nuestra península por medio de grabados o por los propios artistas que los ejecutaban. El éxito fue tal que acabaron asimilando y adoptando un carácter hispano en el Plateresco. Estas formas pervivieron a lo largo de los siglos, con mayor o menor intensidad, así en los siglos XVII y XVIII el gusto por la decoración de grutesco pierde interés y solo se mantienen en algunos casos rezagada del siglo anterior. Será en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX, cuando el grutesco volverá́ con ímpetu ligado a la arquitectura historicista en su vertiente neorrenacentista, para extenderse luego a las artes decorativas. En el mobiliario lo hará con claras diferencias con la decoración plateresca de la que es heredera. Esta última fue valorada por los críticos como obra de arte, por calidad, contexto y significado, mientras que la decoración del mueble que nos ocupa se considera, desde el punto de vista técnico, más artesanal e incluso en ocasiones seriada y, desde el punto de vista iconográfico, carente de cualquier otro significado que no fuese el meramente decorativo.
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