Turismo. No puede ser...
Esto no puede continuar así con el todo vale cuando se trata del turismo. En primer lugar, cómo se entiende que un país, considerado en teoría una potencia económica europea, tenga el turismo como su principal fuente de recursos y que no solo da la situación por normal, sino que se vanagloria de ello. Es evidente que con estas expectativas y conformismo nunca vamos a estar preparados para competir en otros sectores más propios de una gran potencia.
Admitiendo lo arriesgado de esta situación, nos queda aún la oportunidad de intentar reconducirla y si nuestros políticos no tienen tiempo para tomar medidas que la reconviertan porque están “a otra cosa”, hagamos nosotros un stop, reflexionemos, exijamos medidas inmediatas y también a medio y largo plazo que controlen la gallina de los huevos de oro que tanto beneficia, a día de hoy, a una minoría y que tanto sufre una mayoría.
La propia hostelería debía de reaccionar en lugar de dejarse arrastrar por esta situación, que no se puede sostener por mucho más tiempo. La industria seria debía percatarse que están viviendo una bonanza más de “especuladores” que no piensan en el futuro ni en perdurar, sino que se mueven de un lugar a otro con la masa buscando lo que eufemísticamente llamamos “oportunidad de negocio”, que en esta ocasión lo genera la masificación sobre todo estival.