La Resurrección de Cristo en el cartel de la Semana Santa de Sevilla 2024 (III)

El Cachorro (Cristo de la Expiración)
Francisco Ruíz Gijón
1682
Capilla de Patrocinio (Sevilla)

Este escultor tuvo desde muy joven taller propio Sevilla. Próximo en estilo a Pedro Roldán se supone que probablemente pasó por su taller.

De Ruiz Gijón se conservan muy pocas obras y es El Cachorro no solo su obra cumbre, sino también una de las más hermosas y logradas de la imaginería española. El nombre original de Cristo de la Expiración es porque está captado en el momento en que exhala el último suspiro y el nombre de El Cachorro por el que también se le conoce le han buscado explicación en una referencia bíblica: “el cachorro del león es Judá” (Genesis, 49.9) o en un gitano que había servido de modelo cuando fue mortalmente acuchillado.

Cristo es representado en el momento de expiar, clavado con tres clavos en una cruz en forma de tronco. Su hermosa cabeza, con la boca entreabierta y los ojos y el rostro alzados al cielo, denotan ese momento final de Jesús cuando dice “Padre, a tus manos confio mi espíritu” (Lucas 23.47).

Su cuerpo con un cuidado modelado detalla una perfecta anatomía en tensión por el dolor y con el tórax hinchado para exhalar el suspiro final. Sin embargo, el aspecto más original de esta obra y que más llama la atención del observador, es el tratamiento que Ruiz Gijón da al paño de pureza, que sujeto con una cuerda y fragmentado en tres, deja al descubierto una mayor parte de la anatomía pero que sobre todo, le confiere un movimiento y agitación a las telas que aunque propias del barroco, estilo al que el escultor pertenece, este supo darle un tratamiento y una originalidad que despierta gran admiración.

 

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