Monumento a Valentín Lamas Carvajal

El periodista y escritor Valentín Lamas Carvajal (1846 – 1906) desarrolló una gran actividad cultural. En 1874 funda la revista bilingüe El Heraldo Gallego. Más tarde será el director de El Eco de Ourense donde se publicaron una buena parte de sus poesías. También fue propietario del periódico bimensual O Tío Marcos da Portela. Dentro de su aportación literaria O Catecismo do Labrego ha sido la obra que le dio mayor popularidad.

Valentín Lamas Carvajal fue uno de los cuarenta miembros fundadores de la Academia Gallega, aunque nunca llegó a tomar posesión del cargo porque falleció en el mismo día en que la Academia comenzaba su andadura en 1906.

Hasta llegar al monumento que hoy perpetúa el recuerdo del escritor muchas fueron las vicisitudes vividas a lo largo de más de tres décadas, Sin contar el inexplicable cambio de ubicación sufrido en los últimos años dentro del mismo recinto.

En 1918 se inaugura el que podemos considerar el primer monumento dedicado al escritor. Se elige para ubicarlo el rincón preferido del poeta en el jardín del Posío, según testimonio de su viuda. Será la Liga de Amigos la que lo promueva y consistirá en un busto “elegante y sencillo” según lo describe la prensa del día, que también deja constancia de la procesión cívica que salió del Ayuntamiento hasta el jardín del Posío. Esta iba encabezada por la banda municipal de música, seguida de los Marquiños con estandarte, del Orfeón, de dos niños ataviados con trajes típicos que portaban sendas coronas y de los miembros de Irmandades Rexionalistas, la Corporación, además de representantes de la Diputación y el clero. La poetisa Filomena Dato descubrió el busto envuelto en la bandera gallega mientras sonaba el himno. A pesar de esta gran fiesta se ve cierta provisionalidad, ya que un mes más tarde la misma Liga de Amigos había encargado al escultor Daniel Piñeiro un nuevo busto para sustituir al inaugurado. Para ello piden ayuda económica a sus coterráneos de América. Este monumento realizado por Piñeiro constaba de un busto y un pedestal, este último proyectado por Jesús Soria. Parece que la obra tampoco llegó a convencer por “modesto para lo que merecía el poeta.” 

Así, en 1949 cuando se crea la comisión Procentenario de Valentín Lamas Carvajal, una de sus primeras iniciativas será sustituir el monumento “pobre y de escaso mérito artístico”. Para ello tenían el busto fundido en Malingre, que estaba depositado en el Ayuntamiento y que pasará a formar parte del proyecto seleccionado, del que eran autores Rodríguez Sanz y Rodríguez Veiras. Será ejecutado por el escultor Faílde y costeado por la Diputación y el Ayuntamiento así como por asociaciones culturales de la ciudad y de América. Su inauguración fue un acto más de la conmemoración del centenario junto con el descubrimiento de una placa, certámenes literarios, periodísticos y otros eventos. Otero Pedrayo actúo como mantenedor y sorprendió al público y a las autoridades utilizando por sorpresa la lengua gallega en algunos actos. 

Desde el punto de vista artístico, el monumento que hoy contemplamos en el jardín del Posío, se trata de un conjunto de piedra que consta de un banco con balaustrada interrumpida en el centro por el pedestal coronado por el busto en bronce del poeta. A ambos lados, a un nivel inferior, las figuras simbólicas sedentes de O Tío Marcos da Portela y A Rapaza personajes popularizados por Valentín Lamas Carvajal y como cabía esperar, ambos aparecen ataviados a la manera campesina. Él sostiene en sus manos una vara y un libro y ella una flor. Se trata de dos figuras bastante tópicas en las que aún no está definida la personalidad artística de Faílde. Fragmentos de fustes de columnas y placas completan la decoración. No deja de sorprender el coherente resultado de la obra teniendo en cuenta los avatares sufridos y las diferentes personas que , de una u otra manera, participaron en él. Coincidiendo con la popular fiesta del Magosto, la comisión Procentenario entrega a la ciudad, en la persona de su alcalde, el monumento “Piedra de Galicia y bronce eterno… expresión de gratitud de un pueblo” según palabras de Otero Pedrayo.

Unos días antes se había descubierto una lápida en el domicilio del poeta, fundida por Malingre y en la aparece el busto del escritor en relieve y la leyenda: Aquí vivió y murió V. Lamas Carvajal poeta y periodista. 1849 -1906. También Malingre fundió la placa que sirve para dar nombre a la calle que le ha dedicado la ciudad de Ourense.

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