Entrevista a Mercedes Gallego sobre la familia de ebanistas Hermanos Rodríguez
Publicada en Faro de Vigo (Ed. Ourense, 30-VII-23)
La Doctora Mercedes Gallego Esperanza tiene una vida dedicada al estudio de aspectos de alto interés del patrimonio artístico de Ourense. Docente e investigadora a lo largo de los años ha publicado libros y artículos que se centran particularmente en el arte contemporáneo. Su etapa como Presidenta del Grupo Francisco de Moure, debe señalarse por sus iniciativas inteligentes en favor del conocimiento y divulgación del rico patrimonio de la provincia, así como en su etapa de Senadora, presentando iniciativas eficaces en defensa de nuestros monumentos.
La publicación de un reciente libro por los servicios de la Diputación Provincial de Ourense dedicado a un tema inédito de apariencia menor, pero de objetivo interés artístico y social “Los Rodríguez. Una saga en la ebanistería ourensana” nos invita a preguntar a su autora por detalles de su contenido y de su elaboración y como nació la idea de llevar a cabo esta publicación.
Hacía tiempo que tenía en mente indagar sobre el tema de la ebanistería ourensana en la primera mitad del siglo XX ya que resultaba desconocida a nivel de investigación y sin embargo, las aportaciones que podía hacer a la historia ourensana desde el punto de vista artístico-artesanal y sobre todo social eran dignas de tener en cuenta. Es precisamente esta última aportación, la social, la que despierta más curiosidad, yo casi me atrevería a decir más interés. Además, si bien el libro se centra en estos dos aspectos, se ha visto enriquecido por la colaboración de la doctora Ana Malingre, estudiosa de la evolución de los oficios y la industria ourensana en este período, y la de Arturo Rodrígue-Vispo, descendiente directo de esta saga de ebanistas y por tanto buen conocedor de su biografía.
Los Rodríguez. Háganos una ficha de quienes eran, sus relaciones familiares, algún dato de su biografía, la cronología de sus vidas.
La saga de los Rodríguez, como bien detalla Arturo Rodríguez-Vispo en su colaboración, se inicia en Coles en 1860 cuando Antonio Rodríguez Valente monta un taller de carpintería en San Miguel de Melias (Coles). Su buen trabajo hace que reciba encargos ya de ebanistería de importancia, lo que lo lleva a establecerse en la ciudad. A la segunda generación, la de sus hijos, le corresponde la expansión y auge del negocio, convirtiéndose en una firma de referencia no solo en Ourense. Será la tercera generación cien años después a la que le corresponde echar el cierre definitivo de la empresa, lo que no ha sido óbice para que los hermanos Rodríguez sean un referente en el Ourense de la primera mitad del siglo XX.
¿Como definiría su profesión: ebanistas, escultores, tallistas?
Indudablemente los Rodríguez son una familia de ebanistas que se fue superando y formando porque supo acertar con los gustos de esa burguesía que estaba surgiendo en la ciudad y que se decanta en lo mobiliar por el estilo español.
Sus muebles alcanzaron notoriedad, ¿cree que se convirtieron socialmente en algo que definía un estatus social? ¿Un señalar de cierta calidad de vida?
En la burguesía ourensana caló profundamente en la decoración de interiores dos elementos que se complementan: el estilo español y Los muebles Rodríguez. Ambas cosas eran símbolo de distinción. Toda familia que se preciaba tenía en la parte noble de la casa un comedor “de los Rodríguez”. Lo mismo sucedía con los despachos de profesionales, sobre todo médicos y abogados. Las instituciones entre ellas la Diputación Provincial o el Ayuntamiento de la ciudad, coincidiendo con un momento de renovación de las instalaciones también se apuntaron a la moda.
Me imagino que su trabajo se relaciona con un amplio marco de talleres que atendían similares encargos. ¿Hubo relación conocida con otros lugares?
Aunque este apartado de la ebanistería, como he dicho al comienzo, es muy desconocido, si existen noticias y referencias en publicaciones que nos hablan de otros talleres de ebanistería en Ourense que trabajaban en el mismo tipo de encargos, siendo los más tardíos herederos de los Rodríguez por formarse y trabajar sus fundadores con los de San Miguel de Melias. Llegando a darse el caso que se confunden las formas de trabajar de unos y otros y los modelos utilizados son los mismos.
En cuanto a sus relaciones profesionales fuera de Galicia existe una relación intensa, pero más de matiz comercial, con Cataluña y quizás también Valencia que en esos años eran centros de gran actividad industrial e importadoras de técnicas y modas. También existe cierto nexo, sobre todo en cuanto a técnica y temática, con la zona del occidente asturiano.
De todas formas tenemos que tener presente que la moda del mueble de estilo español estaba muy extendida en los ambientes eclecticistas de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, que en el caso de Ourense se extiende hasta la mitad del siglo.
¿Qué repertorio de temas utilizaron en sus muebles? Modelos en los que se inspiraron. ¿Solo decoración o también en algún caso lección?
En primer lugar, es probable que en muchos casos, el ebanista más artesano que artista, se limita a reproducir temas procedentes de grabados y más tarde de libros y revistas especializadas e incluso de plantillas, desconociendo el significado que pudo tener en origen. Este desconocimiento se extendía con frecuencia al cliente que simplemente estaba siguiendo una moda.
Este mobiliario historicista artesanal que realizan los Rodríguez y en el que se centra el libro, es una parte del trabajo de su taller, pues si bien, es más costoso y solo se realiza por encargo, tienen también otra sección de mueble de bazar más asequible.
En cuanto a los temas y modelos utilizados para este tipo de mueble es una de las partes que más interés despierta. Sobre ello podemos decir que la decoración de grutescos era la más demandada y que al margen de su utilización posterior, tiene su origen en la antigüedad clásica, luego tiene un gran hito en el Plateresco con su carácter esencialmente ornamental en la arquitectura y cuando llega al período que nos ocupa lo hace ya desprovista de todo significado que no sea el meramente ornamental. Paralela a este gusto por los grutescos, existe una temática autóctona de carácter rural. Ambas se alternan según el destino del mueble.
¿Utilizaron con preferencia algún tipo de madera? Y en cuanto a la técnica ¿se puede señalar alguna en particular?
Las maderas utilizadas por lo Rodríguez en general eran las tradicionales en Galicia, el castaño y el nogal, lo que no implica que en encargos concretos trabajen con maderas exóticas como la caoba.
En cuanto a las técnicas empleadas, en general coinciden con las de todos los talleres de este tipo que ya desde finales del siglo XIX van combinando la utilización de máquinas-herramienta con el trabajo artesanal. Las máquinas permiten mayor precisión y la fabricación en serie que hace el mueble más asequible desde el punto de vista económico. No obstante, los talleres suelen mantener un mueble artesanal más costoso y que solo se hace por encargo.
¿La tipología de las obras o el destino de las mismas ha tenido algunas preferencias? Comedores completos, despachos, otros…¿Como le afectan los cambios sociales y económicos de la época?
En cuanto a la tipología y destino de las obras son aspectos muy ligados entre si y a la vez al cambio que se dá en la sociedad ourensana. Comenzando por esto último, Ourense a comienzos del siglo XX experimenta una transformación social importante. Aparece una clase burguesa de comerciantes, pequeños banqueros, profesionales liberales, entre otros que van a ser los que demanden este tipo de mueble de estilo español o neorrenacentista. Aunque son muebles pesados y severos van a llenar los comedores y despachos de esta nueva clase social que en ocasiones rivalizan en este campo.
En cuanto a los tipos de muebles que más se encargan son los comedores, mejor al completo, con aparador, trinchero, vitrina, mesa, sillas y sillones. En general optan por una decoración más anecdótica y rural. Los despachos se inclinan por una decoración de grutescos o figuras de reminiscencias clásicas con alusiones alegóricas. Los dormitorios, que forman parte de la zona más íntima del hogar, suelen ser más austeros, aunque el libro recoge algunos ejemplos de interés por su diseño más moderno y la calidad de la madera.
Evidentemente este tipo de obras está en relación directa con la tipología arquitectónica de los edificios. ¿Se puede señalar algunos detalles sobre ello?
Por supuesto y de una forma muy clara en ocasiones el propio arquitecto diseñaba o sugería los muebles que consideraba más en consonancia con el edificio. Hemos visto algún ejemplo en donde la coordinación era perfecta. Es necesario comprender que la arquitectura y las artes decorativas, en este caso, van muy ligadas a la corriente historicista y al eclecticismo imperante.
Ciertamente el libro nos ofrece un valioso catálogo de obras, ¿podría destacarnos como autora la que podría ser más significativa?
Es difícil de imaginar el elevado número de obras que existen y muchas de ellas en un excelente estado de conservación. Es interesante el comedor de la familia González Arruñada, el despacho del doctor Guitián o el dormitorio de la familia Rodríguez Sanjurjo. En otro tipo de obra está la farmacia Cobián, una de las mejores que conozco en este estilo y como mérito a la conservación hay que citar el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Silleda (Pontevedra) adquirido a la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Ourense.
Quiere añadir algún detalle que invite al lector a tener en cuenta su libro, por el que la felicitamos.
Pues que mi pretensión solo ha sido abrir camino a un campo de investigación que ofrece todavía muchas posibilidades por explorar y aprovechar esta oportunidad que me brindan para dar las gracias a todos los que hicieron posible que esta publicación llegase a buen término , en especial a aquellos que nos abrieron sus casas con gran amabilidad y a la Diputación Provincial por sacarla a la luz.